Primer día en Kyoto.

Son las 11 de la noche aquí en Kyoto. Isabel está durmiendo y Diego y yo nos hemos bajado al Hall para poder tener Internet un rato. Está lleno de freakis italianos con iphones, pero lo soportaremos (ojo a la foto!). Kyoto es ENORME! Nos hemos pateado unos cuantos de los templos más importantes, aunque las imágenes de los budahs de más de 1200 años no nos han dejado fotografiarlas. Lástima porque eran guapísimas. En dos de los templos estaban haciendo algún tipo de ceremonia u oficio incomprensible, pero la sensación en los alrededores es de muchísima tranquilidad, y contrasta mucho con el exterior. Kyoto es una ciudad muy bulliciosa, con un metro que da pena, y una red de autobuses llenos a reventar a todas horas. Las calles o son enormes y rectas, o pequeñas y zigzaguean sin parar.

Hemos cenado en un sitio que nos han recomendado en el ryokan, y ha sido una triunfada (ton-katsu!). No hemos hecho fotos porque nos daba vergüenza con la clientela selecta que había, ni en el Starbucks donde nos hemos tomado el cafecito tampoco. Íbamos a ir al barrio de las geishas pero estamos petaos, así que a ver si mañana tenemos más ánimo (y no llueve todo el santo día!). En principio mañana intentaremos ver los palacios imperiales, a ver si nos dejan.

Ittekimasu!